La Cineteca Nacional se incendió en 1982. El suceso significó la pérdida de vidas humanas y de incontables películas, guiones y documentos fílmicos. El desastre tuvo lugar durante los últimos meses de la presidencia de José López Portillo. La ambición ciega del mandatario originó una catástrofe económica y política sin precedentes en el México moderno; esta tragedia también laceró la memoria colectiva del país.